Confitado
En
francés Confit ( suavizar )
La fruta confitada es aquella fruta que se sumerge y cocina posteriormente en almíbar de forma que pierda su humedad interior y se logre así
conservarla. Las frutas confitadas suelen emplearse en la
elaboración de ciertos bollos, tomadas de forma simple forman parte de la repostería española típica de la Navidad.
El proceso continuo de sumergir la fruta en almíbar provoca que ésta se
sature de azúcar, evitando así el crecimiento de
microbios que la pudren, por lo que pueden mantenerse varios años en buen
estado sin necesidad de medidas de preservación adicionales. Dependiendo del
tamaño y el tipo de fruta, el proceso de confitado puede suponer varios días.
Pueden confitarse piezas enteras, trozos de fruta o tiras de piel.
Las frutas confitadas pueden, posteriormente, ser glaseadas o escarchadas. Ambos procesos consisten en dar un
recubrimiento de azúcar a la fruta. El glaseado aporta un recubrimiento
uniforme y liso, mientras el escarchado da un aspecto de «escarcha» al
solidificarse el azúcar sobre la fruta formando pequeños cristales.